Proclama de las mujeres en Medellín
28 de mayo: día internacional por la salud de las mujeres.
SOMOS
Somos la fugacidad del relámpago
Y la eternidad del cosmos.
No somos más que una quimera.
Somos la fresca hierba que el ganado pace.
Somos la más florida primavera.
Somos de fuego y salobre montaña.
Somos el agua que trinando
Se suicida entre las mudas piedras.
Somos silencio etéreo.
Somos la mies primera.
Somos la lluvia, el viento,
El agua, el ángulo y la esfera.
Fuimos y somos y siempre seremos
El todo y la nada que la vida encierra.
María Edelmira Rivera Rodríguez
La clínica de las mujeres, nuestra clínica es un espacio para la vida que trasciende la enfermedad como destino y por eso llegaremos las mujeres con nuestros deseos de salud Y LIBERTAD, compartiendo nuestra sabiduría étnica, barrial, citadina o rural, Llegaremos las que tenemos muchos hijos/as y las que no elegimos la maternidad, porque es claro que ya deseamos romper por fin con esa relación patriarcal entre los derechos sexuales y los derechos reproductivos. Aprenderemos que el goce sexual es para todas y todos y que allí estaremos las aburridas y las felices, las solas y las que compartimos espacios. Las enfermas y las saludables. Estaremos las económicamente pudientes y las de escasos recursos, porque la equidad está totalmente relacionada con el derecho a la salud. Aprenderemos que conocemos de nuestro cuerpo y de nuestros cambios en el tiempo, que nuestras decisiones serán respetadas y los consejos “del deber ser mujer” ya no serán más valores impuestos por los discursos manidos del personal de salud. Es que la visión frente a frente de quien se acerca a la clínica de las mujeres es desde el reconocimiento del ejercicio ciudadano de los derechos. Estaremos entonces las viudas, las separadas y las casadas, las unidas de hecho y de derecho, las solteras, las campesinas con toda su sabiduría frente al conocimiento de las plantas y su implicación en la salud. Y podremos recuperar y compartir esos conocimientos. Y el desarrollo científico tan cacareado por la ciencia médica, estará al servicio diagnóstico de nuestras necesidades en salud. Y estos se practicarán a tiempo porque nuestros requerimientos serán mirados como los de una ciudadana respetada y reconocida. Y estaremos las lesbianas y las heterosexuales, las orgásmicas y las desganadas. Estaremos también las indígenas, las negras y las mestizas; las académicas, las maestras, las amas de casa. Pero también llegaran las monjas y las laicas, Las jóvenes, las niñas y las viejas. Ya no tendremos vergüenza porque nuestro cuerpo envejece, o porque nuestros senos son pequeños o son grandes, porque somos gordas o delgadas. Ya no seremos regañadas porque estamos frustradas, o porque reconocimos que la maternidad es una opción y no una obligación y que esta decisión positiva y afirmativa no es la única que puede realizar nuestras vidas. Que es una opción más, de las muchas para elegir en los diferentes espacios y etapas de nuestra existencia. Entenderemos que nuestro cuerpo femenino fue impuesto como el cuerpo para otros, sujeto a las imposiciones de la moda que ha hecho de las mujeres objetos de apropiación o rechazo. Romperemos con la concepción de nuestro cuerpo proveedor y protector de toda la humanidad. El papel de las mujeres cuidadoras exclusivas de la salud doméstica y comunitaria será responsabilidad de toda la población, empezando muy especialmente por un estado social y democrático de derecho. Desaparecerán también la visión de un cuerpo y una vida medicalizada y culpabilizada. La menstruación, la menopausia y el climaterio serán vistos por nosotras, por el sistema de salud y en proceso por toda la población, como lo que son, continuidad de la vida y sus disfunciones no serán miradas mas como algo que tenemos que sufrir como destino y en secreto, sino que serán tratados para que desaparezcan los dolores y sufrimientos que a veces ello conlleva. La clínica de las mujeres estará al servicio de la investigación científica y de la revisión en los comportamientos frente a la salud, la enfermedad y la muerte. Sabemos las mujeres que una atención integral de la salud es el principio para educarnos en el respeto, la inclusión y el reconocimiento de ser persona sujeta de derechos y responsabilidades. Se concretarán aquí las exigencias para que los derechos en el ámbito de la sexualidad y la reproducción sean plenamente respetados y cautelados, con el fin de apropiarnos de ellos con todo su potencial, deber primordial del estado que los garantiza, promueve y protege.
La clínica de las mujeres es el principio para una sobrevivencia con calidad de vida, por acciones oportunas y preventivas, trabajos colectivos y organizados para causas de morbi -mortalidad evitables y prevenibles, donde las mujeres redefiniremos la participación activa en la salud, superando esa reducción naturalizada hacia lo reproductivo de nuestras vidas y nuestros cuerpos. La maternidad es una opción, no una obligación y la única responsabilidad frente a este tema, es romper el cerco de reproducciones impuestas, irresponsables y solitarias, causa importante en nuestro país del aumento de una población discriminada, abandonada y carente de derechos desde la infancia hasta la muerte, muchas veces a edades muy prematuras tanto por la inasistencia en derechos fundamentales, como el de la salud entre otros, por precariedades económicas impuestas o por la enfermedad social de la violencia. El estado colombiano no puede seguir hablando de las prerrogativas para la población infantil, porque eso no se ha cumplido nunca, ni se cumplirá mientras la reproducción humana sea ajena a la noción de derecho y al ejercicio de la ciudadanía plena de las mujeres.
La clínica de las mujeres no es ya un sueño, es un derecho luchado y ganado por las mujeres y consignado en el plan de desarrollo 2008-2011, presupuestado e iniciado y no concebimos que fuerzas mínimas de la ciudad, impidan desarrollar un proyecto local y regional que será un referente nacional e internacional en lo que en salud con dignidad, libertad y progreso se trata.
Exigiremos la ejecución total de la clínica de las mujeres y no descansaremos hasta que sea un hecho.
Medellín, 28 de mayo de 2011
Cortesia: Mesa de Seguimiento Clinica de las Mujeres